La tramitación de las reclamaciones de los clientes es una tarea lenta y propensa a errores que requiere recopilar datos de distintas fuentes.
Aproximadamente el 10% de las solicitudes se deniegan por razones relativamente sencillas, como la falta de datos, o algunas solicitudes se deniegan por presentación fuera de plazo.
También se necesitan recursos para comprobar repetidamente el estado de las reclamaciones y gestionar las que han sido denegadas.
Los robots automatizan todo el proceso de solicitud de reclamaciones y, además, comprueban el estado y gestionan las reclamaciones denegadas.