La diferencia de estas decisiones está en la asignación. BPM puede considerarse un "cerebro" y RPA - las manos. En el sistema de gestión de procesos de negocio, se crea un algoritmo de proceso. Se compone de varias tareas. Si esta tarea está bajo el poder del robot, entonces el sistema delega el trabajo a él. El robot recibe y realiza rápidamente la tarea.
Es importante tener en cuenta que combinar BPM y RPA puede ser más eficiente que usar cada solución individualmente. Por ejemplo, el sistema BPM estableció un proceso para monitorear los precios en los sitios de los competidores. Sin RPA, esta tarea llegará a un empleado que tendrá que abrir varios sitios y estimar el valor de cada artículo. Puede llevar horas. Transferir esta misma tarea al robot a veces ahorrará tiempo. El empleado digital no perderá ningún dato y no cometerá errores, así el personal puede encargarse de un trabajo más inteligente. En este caso, el robot PIX se implementó en una compañía farmacéutica y aceleró el proceso de monitoreo de precios cuatro veces.
El ejemplo inverso es cuando la empresa tiene tecnología RPA, pero no tiene un algoritmo de tareas. Digamos que el robot está configurado para realizar actos de conciliación con contrapartes. Comienza revisando el correo en busca de una carta de contraparte. Si hay un correo electrónico, el robot revisa si hay un archivo xls en él. Si hay un archivo, el robot continúa trabajando en el script, si no hay un archivo, detiene la ejecución de la tarea.
Si el robot estuviera en conjunto con BPM, entonces el analista podría predecir la ausencia de correos electrónicos y complementar el proceso con nuevos escenarios. Por ejemplo, configurar el robot para enviar una solicitud a una contraparte pidiéndole que envíe el archivo deseado.
A continuación, se muestra todo el acto de conciliación paso a paso que realiza el robot PIX.
El sistema BPM puede especificar diferentes escenarios para crear procesos complejos a partir de docenas de pasos, lo que permitirá que el robot realice más tareas.